ENSAYO DEL HUECO DE GERMÁN CASTRO.
El hueco está dividido en varias historias diferentes como: Una silla en La Herradura,
"Aquí no se las tire de paisa porque lo clavan”, El hombre de la calavera,
Liliana La Dura,
¿A Colombia? Hombre... ¡Prefiero el Vietnam!", Quiero matar un
amarillo", El sonido de la guerra, Cita en Tijuana, Broadway es una
guayaba madura, El hueco estaba en Santuario,
Papá Lindo, Ir a México... ¡Es ir a México! Oiga mi coronel..., ¿No quiere un
pericazo?,
Los cirujanos, La frontera de la carne asada, Yo firmo, licenciado. ¡Yo
firmo!,
El Cónsul de La Estrella y El perdedor
En todas estas
historias trata sobre la emigración hacia otros países, Antes se podía sacar
una visa fácilmente y emigrar pero después ya se puso más difícil así que
comenzaron a transportasen por el hueco, quiere decir de modo clandestino a través de la frontera con México,
desde Bahamas en bote o en avión, e incluso algunos por Haití .
Para analizar este libro es necesario conocer el imaginario que
diariamente nos venden los medios de comunicación, de Estados Unidos como una
potencia, y por consecuencia un sueño que todos quieren alcanzar.
La situación económica de Colombia anteriormente no era muy buena,
y llevaba a muchos colombianos a pensar en un futuro fuera de su país, sin
importar las consecuencias. Es el caso de los emigrantes colombianos que viajan
ilegalmente a los Estados Unidos a conseguir plata o a “vivir mejor”.
Es importante resaltar que los colombianos que deciden viajar a
los Estados Unidos clandestinamente, vivían en Colombia bien y sin
contratiempos, ya que se necesita una suma de dinero considerada para poder
embarcar en Norteamérica.
Ya que por la corrupción en Colombia, la pobreza y el mal vivir ha
llevado a mucha gente hacia esas opciones, la historia comienza un hombre
que se va a los estados unidos donde una colonia colombiana en nueva york
para vivir y trabajar allí, luego conoce un restaurante colombiano que se llama
la herradura ubicado en el barrio Queens donde Vivian alrededor de trescientos
mil colombianos.
En el barrio Queens no era un barrio peligroso lo único que había
dejado marcado en ese barrio fue un hombre que fue amenazado y le asesinaron a
su familia y a su niñera.ahi en el restaurante fue donde llego otro hombre que
era de Antioquia que había hecho un curso de aviación se reunió con un hombre
para hacer un negocio de que le daba 2.000 dólares por persona si le
transportaba unas personas adineradas por el hueco el acepto, y luego se quedo
en ese negocio se compro otros aviones más grandes para transportar más
gente y haci se fue volviendo adinerado, pero un día cuando fue a traer a su a
los familia estados unidos y los agarraron y por cometer ese delito le
decomisaron el avión, pero como el tenia ya demasiado dinero como para vivir
para toda la vida no le importo.
Para ninguno de los colombianos el éxodo es sido fácil, por
ejemplo, en algunas embarcaciones con destino a Miami, muchas personas mueren,
debido a que los dueños de los botes, en su ambición por lucrarse más de este
negocio, metían hasta el doble del cupo en las lanchas y provocaban la muerte
por asfixiamiento de muchas personas. Otros tenían que lanzarse al agua, ya que
eran sorprendidos por las autoridades y así tratar de nadar y llegar a la
orilla, muchas personas en el intento perdieron la vida.
Pero lo más cruel de estos desenlaces lo sufrieron quienes eran
agarrados por las autoridades mexicanas y las norteamericanas, ya que por el
solo hecho de ser colombianos, los tildaban de narcotraficantes o terroristas,
y eran expuestos a jornadas completas de castigos para hacerlos hablar y así
descubrir alguna organización ilegal.
Como los colombianos eran los que más pagaban, las autoridades
mexicanas y norteamericanas, les pedían grandes sumas de dinero para dejarlos
en libertad, pero antes de esto, eran sometidos a los peores maltratos físicos
y verbales que puede sufrir una persona.
Para terminar y como conclusión de todo esto, no se sabe si de
verdad el “gran” futuro está en vivir como pobre y ser visto como “rico”,
pasando desapercibido por la sociedad, sin dejar huella en un mundo que día a
día clama por la justicia, y abandonando su presente en
Colombia para sumergirse en el fracaso del “sueño americano”.
La mayoría de los colombianos ilegales en los Estados Unidos están
limitados por un jornal reducido y difícil de ganar, para poder mandarles plata
a sus familiares en Colombia. Estas personas en los Estados Unidos están
indocumentados y no se preocupan por aprender el ingles, y esto los condena a
ser ciudadanos de segunda por el resto de sus días.
En cada una de estas historias son diferentes personas que por la
corrupción, el robo y el mal paga han hecho cualquier cosa para vivir mejor
unos hacen narcotráfico, otros se transportan de manera clandestina, hay
historias impresionantes una de ellas cuentan como una mujer que tenía
seis trabajaba limpiando casas fue engañada por narcotraficantes que le
dijeron que le daban 250.000 pesos colombianos si llevaba esmeraldas hacia
México que en el aeropuerto allí la esperaban, a ella la durmieron para metérselas,
pero cuando llego todo le salió mal la cogieron y la pillaron mediante una
radiografía, y la operaron y se llevo una gran sorpresa cuando le dijeron que
le habían metido tres tubos de cocaína, luego la llevaron al hospital para
desinfectar la infección en su estomago y está presentando cargos por ese
delito.
Ante esto hay personas
que al llegar a los EE.UU, creen que al haber pasado la frontera, todo seria “color de rosa”, muchos cometen este
error por eso cuando llegan y ven que no es así, grande es la desilusionados y algunos
deciden devolverse como es el caso de Astrid una antioqueña de 33 años quien mientras
le contaba la historia a caycedo repetía continuamente que fue un error haber llegado ahí,
que lo de ella estaba en Colombia , “¿por qué me vine?¿yo por qué me vine?¿por qué estoy aquí?
Yo no tengo necesidad de pasar por todo esto… Sentí tristeza humillación “. Aunque unos logran triunfar hay otros
que no, y deciden volver a sus tierras peor de como se habían ido “me vine lo deje todo,
trabaje tres años y ocho meses, honradamente, duramente y ahora me llevo 3.200 dólares. Y
¿recuerda con cuanto llegue? ¡Con 3.500 dólares!
Duro ver que hay
colombianos que tratan de salir adelante pero no lo logran, ver como se les destruyen sus ilusiones una a una por razón
y que son ignoradas y desprestigiadas por los demás
países y tristemente también por nuestro país. Por último, hablo sobre las dos
historias que más me impactaron, las dos torturas tan crueles y nada merecidas, pero que digo, si es
que nadie merece este tipo de maltrato tan inhumano.
Rubén Darío Restrepo,
25 años de Medellín y Carlos Mario de los ríos un muchacho de 24 años. Ambos fueron torturados cruelmente,
desnudándolos, vendándolos y dándoles unos castigos
tremendamente inhumanos alrededor de seis a siete días, por los federales y
policías de México, unos
completos criminales que tapan sus delitos con los colombianos, muchas de ellas inocentes, que lo único que
quieren es llegar a Norteamérica en busca de una mejor vida, pero cuando se encuentran con
estos personajes, esa mejor vida se convierte en una tortura para los colombianos.
Al parecer esa era la modalidad de los mexicanos para limpiar sus delitos,
torturarlos hasta que ya no
pudieran más y así hacerles aceptar delitos que no había cometido. Y es que las autoridades mexicanas, debo decir que
no toda, la tiene contra los colombianos y es algo que la verdad me llena de ira, de
impotencia, de tristeza al solo saber cómo humillan, maltratan y arruinan la vida de muchos colombianos.
2.013
COLOMBIA-NEIVA-HUILA.
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